Marcela Zapata, directora Adecco Professional

Vivimos en un mundo interconectado, no solo por los avances tecnológicos, sino por los grandes volúmenes de personas que se desplazan por todo el mundo.

Con base a estos altos volúmenes de movilidad de personas surge en el ámbito laboral el término ‘circulación de cerebros’, que se asocia con la movilidad y la competitividad de los países, pues ya no resulta acertado referirse a la ‘fuga de cerebros’ como al hecho que el talento humano emigre de su país natal para hacer vida o trabajar en otra parte del mundo.

De acuerdo con el Índice Global de Competitividad 2016 de Adecco, la circulación de cerebros empezó a usarse en el Reino Unido para describir la emigración de científicos y tecnólogos de Europa a Norteamérica en la era posguerra. Hoy esta es la manera más apropiada de definir los beneficios potenciales para los países de destino, transito u origen que reciben profesionales altamente preparados. De hecho, el CEO de Adecco, Alain Dehaze, refiere que hoy los empleadores ya no ven la movilidad como una simple expatriación, sino que piensan incluso en cómo trasladar los puestos de trabajo a donde están ubicados los profesionales con mejores talentos, en vez de esperar que ocurra lo contrario.

Quienes migran, inicialmente pueden llevar consigo habilidades, sin embargo las ideas y el capital pueden regresar en la medida que mantengan contacto con su país originario.

Esta migración circular lo que significa en el contexto de un mundo globalizado, es que la movilidad se está convirtiendo en un elemento intrínseco tanto para el desarrollo de talento individual como el económico.

El talento es cada vez más móvil y la movilidad se está convirtiendo en parte del desarrollo del talento. Lo que se conocía sobre migración tal vez se haya centrado excesivamente en cómo integrar a los migrantes en una cultura nacional. La nueva dinámica ‘gana-gana’ de la circulación de talento, se enfoca en cómo atraerlo mientras se mantienen sus lazos de relación con el extranjero, considerando factores como el salario, el clima laboral, la situación socioeconómica de los países, entre otros que hacen más competitiva una empresa o un país.